Desde la biblioteca a New York

Matilda  estaba en la biblioteca cuando la encargada le dice que ha ganado un viaje a Nueva York por ser la lectora más joven del local. Allí se tele transportó a lo alto del Empire State. Al principio iba para hacer turismo pero como estaba muy cansada de ver la televisión de la noche anterior (obligada por sus padres) decidió dormir en el hotel pero cuando se despertó, en vez de tele transportarse a su casa se teletransportó a la Estatua de la Libertad. Por suerte, al final, llegó a casa.

Matilda estaba leyendo el libro de Charlie y la fábrica de chocolate de Roald Dahl cuando la encargada se le acerca y la dice que ha ganado la estancia en uno de los mejores hoteles de Nueva York por ser la lectora más joven. Como a Matilda no le gustaba nada el avión decidió tele transportarse (un nuevo poder que había descubierto pero sólo podía utilizarlo cuando estaba muy concentrada).

En Nueva York hizo un poco de turismo viendo grandes edificios, de los cuáles su favorito fue la Estatua de la Libertad. Pero, por desgracia, no la dio tiempo a  ver algunos edificios como el Empire Estate porque la noche anterior sus padres la habían obligado a estar viendo la televisión durante media hora. Cuando llegó al hotel era algo impresionante.Tenía una suite personalizada con una librería muy parecida a la biblioteca y tenía las paredes con dibujos de los libros de Roald Dahl. Se despertó mareada y encontrándose fatal pero se tuvo que levantar porque la había prometido a la señorita Honey que se iba ha  ir a su casa para merendar. Como estaba mareada y la dolía la cabeza tardó mucho tiempo en consiguirlo pero de repente … ¡Se había tele transportado a la Estatua de la Libertad! Casi sin aliento intento volver a tele transportarse pero no pudo a si que gritó ayuda y menos mal,que había un barco navegando que la dijo que iban a pedir ayuda. Para que no la entrase pánico intentó acordarse de algo que la pudiese hacer gracía y recordó que en una clase con la Trunchbull pensó que de verdad existían las brujas como decía en un libro de Roald Dahl. Se empezó a reír y de la risa se cayó pero un bombero que había en el barco la atrapó y la llevó a casa con el barco y en coche.

Finalmente, ya en su casa aprovechó que su madre había ido a jugar al bingo  para ir a la biblioteca a leer libros.